Vivimos tiempos convulsos y renacen algunas de las pesadillas olvidadas de la Europa del siglo XX. Todos somos testigos de la atrocidad. Incapaces de quedar impasibles, muchos ciudadanos nos hemos activado para ayudar en lo humanamente posible. Cada uno ponemos nuestro granito. Son millones de refugiados en nuestro continente que les han arrebatado su forma de vida en un segundo y empiezan un camino extremo para sobrevivir.
En ONe, junto a amigos, clientes, familiares y gente de buen corazón, nos propusimos colaborar en primera persona para facilitar el refugio de nuestros vecinos europeos trayendo a un grupo de ucranianos en autobús e iniciamos una labor con varias partes: por un lado, captar fondos para fletar el autobús; por otro, llevar material hasta la frontera polaca en Przemysl; y por último buscarles casas de acogida. Todo ello, por supuesto, identificando y hablando con una ONG que actuara en la zona.
Así fue. Después de mucho investigar con algo de esfuerzo (ante el enorme lío que se vive en las zonas fronterizas con Ucrania), conseguimos, dicho así en gruesas palabras, todos nuestros objetivos. En muy poco tiempo habíamos logrado reunir el dinero necesario para el autobús gracias al aporte de muchos amigos. Magnífico el trabajo con la gente de Massabus. Por afabilidad, por simpatía, por disposición y actitud. Inmejorables.
Para llevar material sanitario y comida nos encontramos en el camino con otra gente inestimable: Valencianos con Ucrania. Todo lo hacen por corazón y se nota. No os olvidaremos nunca.
Y por último, sin una ONG con la que actuar para traernos a los refugiados hubiera sido vano todo el esfuerzo. Ukraine Lives ya habían colaborado desde hace años con refugiados del Donbás. Y ahora lo dan todo por mejorar las vidas en esta crisis actual.
Trajimos finalmente 34 personas, casi todas madres con niños pequeños. Costó trabajo pero es un esfuerzo que aporta mucho orgullo. Saber que ayudamos a dar refugio y paz a estas personas bien merece unos cuantos quebraderos de cabeza. El viaje fue prácticamente dos días completos. A los refugiados les esperaban entre Barcelona, Zaragoza, Madrid y Valencia. Y teníamos casas de acogida en Pontevedra, Vigo y Plasencia. Es increíble la ola de solidaridad que hemos vivido.
Solamente queda decir, bienvenidos a España donde os acogemos con los brazos abiertos. Habeís conseguido salir del horror de una guerra injusta y cruel. Y aquí ya os dan cariño y consuelo. Os seguiremos!!
Como apéndice de todo esto y gracias a la colaboración altruista de un cliente de esta casa, hemos logrado asimismo enviar dos trailers con material quirúrgico a Leópolis para su distribución por el resto del territorio ucraniano. Solo podemos decir GRACIAS.
(Agradecemos a todos aquellos que han podido contribuir de alguna manera a esta pequeña aportación ante una causa tan terrible).