INDUSTRY
El ámbito estratégico de cualquier compañía, sea industrial o no, es fundamental conseguir consolidar en los públicos principales un posicionamiento empresarial sólido y a largo plazo. Por eso cada acto comunicativo se convierte en un discurso de empresa estratégico y cuidado. Las compañías industriales, en bastantes casos, actúan conforme una idea: la comunicación es un valor complementario, hasta secundario, e inclusive ajeno, porque se trata de negocios business-to-business y las ventas se cimentan en condiciones técnicas y de precio, no de marketing. Y hoy en día, más que nunca, esto ya no se cumple. El cuidado medioambiental, la sostenibilidad social, el convertirse en una empresa deseable para trabajar y un largo etcétera de condiciones ajenas a lo que es la actividad propia, adquieren hoy una importancia capital.
Sin embargo, existe siempre una oportunidad para la diferenciación a pesar de que el posicionamiento de muchas de estas empresas industriales es muy similar: líderes en competitividad, líderes en producción, líderes en transformación… mientras otras desarrollan una plataforma de posicionamiento emocional que obtiene un retorno en branding óptimo y diferenciador.

Nosotros desarrollamos la estrategia de comunicación del sector industrial a partir de cuatro fases: fase de preparación y documental, fase de posicionamiento cualitativo, fase de posicionamiento de refuerzo y plan de acción permanente y secuenciado de hitos en el tiempo. Se trata, sin duda alguna, de estrategias de prevención ante crisis potenciales que, con alta frecuencia, se produce en este tipo de industrias y empresas.

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El ámbito estratégico de cualquier compañía, sea industrial o no, es fundamental conseguir consolidar en los públicos principales un posicionamiento empresarial sólido y a largo plazo. Por eso cada acto comunicativo se convierte en un discurso de empresa estratégico y cuidado. Las compañías industriales, en bastantes casos, actúan conforme una idea: la comunicación es un valor complementario, hasta secundario, e inclusive ajeno, porque se trata de negocios business-to-business y las ventas se cimentan en condiciones técnicas y de precio, no de marketing. Y hoy en día, más que nunca, esto ya no se cumple. El cuidado medioambiental, la sostenibilidad social, el convertirse en una empresa deseable para trabajar y un largo etcétera de condiciones ajenas a lo que es la actividad propia, adquieren hoy una importancia capital.
Sin embargo, existe siempre una oportunidad para la diferenciación a pesar de que el posicionamiento de muchas de estas empresas industriales es muy similar: líderes en competitividad, líderes en producción, líderes en transformación… mientras otras desarrollan una plataforma de posicionamiento emocional que obtiene un retorno en branding óptimo y diferenciador.

Nosotros desarrollamos la estrategia de comunicación del sector industrial a partir de cuatro fases: fase de preparación y documental, fase de posicionamiento cualitativo, fase de posicionamiento de refuerzo y plan de acción permanente y secuenciado de hitos en el tiempo. Se trata, sin duda alguna, de estrategias de prevención ante crisis potenciales que, con alta frecuencia, se produce en este tipo de industrias y empresas.