Texto: Carmen García Campos

Ha cambiado de nombre y ahora se llama Big Data pero El Gran Hermano de George Orwell continúa siendo igual de omnipresente. La recopilación de datos y su análisis para deducir patrones y tendencias es una potente herramienta que permite a las empresas hacer previsiones de cómo será el futuro de su negociado y el de sus competidores.

Para muchos el gran misterio es cómo se consiguen esos datos y la verdad es que no es un gran secreto. Todos hemos sentido esa sensación de que nos están espiando cuando estamos pensando en algo y acto seguido nos aparece publicidad relacionada en nuestro móvil. Lo cierto es que hay miles de formas de conseguir esa información. Nuestras búsquedas en internet, la información que introducimos en nuestras redes sociales, los datos que rellenamos en formularios, las compras que realizamos on line y no olvidemos que nuestros teléfonos tienen micrófono y que hay una cosa que llama reconocimiento de voz… Ahí lo dejo.

La minería de datos utiliza el análisis matemático para deducir patrones y tendencias sociales en todos los ámbitos, no solo en consumo, pero lo cierto es que en la actualidad está siendo utilizado de manera exponencial por las empresas para lograr conclusiones que les permitan ofrecer a los clientes una mejor experiencia de compra con productos que se adaptan exactamente a sus necesidades. Conclusión, se consigue aumentar las ventas.

El Big Data distingue entre lo importante y lo que no lo es dentro de ese gran volumen de datos y puede vaticinar los problemas en el mundo de los negocios, en la vida cotidiana y también en la comunicación. Los departamentos de marketing tienen una buena brújula para alcanzar a públicos hasta el momento inaccesibles y realizar estrategias a medida. En este punto es donde entran los departamentos de comunicación ya que de nada sirve que mejores tu producto, tu servicio, tu proceso de compra… si no lo comunicas.

 

 

 

 

 

El Big Data no solo es una herramienta para grandes compañías aseguradoras o compañías de viajes, ofrece oportunidades para todas las empresas independientemente de su tamaño o la actividad a la que se dedique. Las empresas de comunicación no son una excepción.

De una manera más intuitiva siempre se ha estudiado la manera de comunicar, tanto a través del mensaje como por el canal, de una manera eficiente para llegar a esos potenciales grupos de interés. Pero ahora tenemos la posibilidad de apoyarnos en datos que nos identifican el cómo, cuándo y hacia dónde debemos dirigir la comunicación. El análisis de Big Data nos da la información que hay que comunicar, pero a la vez nos dice la mejor manera de poder hacerlo.

El escenario ideal es en el que los departamentos de marketing y de comunicación van de la mano y se retroalimentan con la información y los procesos. De esta manera, todas las acciones de venta se comunican en tiempo, forma y lugar adecuadamente.

Si encargamos un estudio de una agencia de comunicación a una empresa especializada de Big Data nos podría aportar información tan relevante como: los contenidos que despiertan más interés entre los medios, los días de la semana que son más receptivos a publicar nuestras informaciones, qué periodista jamás nos han publicado nada, qué sectores son los más publicables, si la personalización de las noticias con protagonistas genera más o menos interés, si han sido productivas las convocatorias de prensa, el retorno que tienen para las empresas organizadoras…

Big Data seguramente tiene todas las respuestas que necesitas pero tan importante es tener esa información como saber interpretarla y utilizarla de manera correcta. Un poder conlleva una gran responsabilidad (Spiderman).